La comunidad china celebra en el mundo del Año Nuevo Chino, año del Conejo de Agua, que simboliza paz, longevidad, prosperidad y esperanza y la ocasión para trabajar en búsqueda de los objetivos de vida y trabajo.
Para el alcalde José Luis Fábrega y para la Alcaldía de Panamá está es una ocasión propicia para felicitar a la Comunidad China exaltando las cualidades que hacen de esta comunidad miembros sobresalientes de la mezcla étnica de nuestro país.
La Comunidad China ha mantenido una constante, productiva y fraternal relación con la Alcaldía de Panamá a través de los años y esto se justifica porque desde que los chinos llegaron a Panamá se han insertado profundamente en la sociedad panameña, a tal punto que han influido en nuestra gastronomía y nuestras costumbres, entre otras influencias.
Una breve reseña histórica plantea que los chinos llegaron a Panamá hace 169 años, un 30 de marzo de 1854, a bordo del bengartín Sea Witch, para trabajar en la construcción del ferrocarril. Solamente fueron 705 personas y hoy, la comunidad china posee cerca de 300,000 miembros radicados en todo el país.
A su llegada, se dedicaron a trabajar en la construcción del ferrocarril, fueron severamente diezmados por las enfermedades tropicales para las cuales no tenían defensa y por la nostalgia al vivir separados de sus seres queridos; mientras que con su trabajo contribuyeron con la realización de una obra fundamental: El Ferrocarril de Panamá.
Posteriormente, se encargaron del comercio de víveres y a los negocios menores en el sector de los servicios, sirviendo de apoyo a los trabajos del Canal Francés y, luego, laboraron en la Construcción del Canal de Panamá.
Desde ese entonces, la Comunidad China en Panamá es percibida como ejemplo de disciplina, esfuerzo, dedicación y valor. Una comunidad que se mantiene unida y que se regocija compartiendo sus valores, su cultura, sus tradiciones y asumiendo la cultura nacional.
Una comunidad que se siente orgullosa de sus orígenes y complacida por el éxito que con esfuerzo y dedicación han alcanzado en este país, que nos pertenece a todos por igual, y que se siente orgullosa de sus triunfos, que son de todos.
Por ello, es un orgullo y gran honor otorgar, reconocer a la Comunidad China, como un componente étnico fundamental en la mezcla étnica y cultural del Panamá actual y, por lo tanto, compartimos con orgullo, la celebración del Año Nuevo Chino, Año del Conejo de Agua, año que implica trabajar duro para cumplir los objetivos personales, comunitarios y sociales.