Su nombre evocará al teatro por siempre.
Fue eminente en la docencia, excelente en la actuación, pionera del medio radial y destacada como ‘primera voz femenina’ de la radionovela nacional. Apasionada afuera y sobre los escenarios.
Fue Gladys Vidal de Arbesú, una mujer más allá del tiempo.
Llegó al estudio de la acción teatral en el Conservatorio Nacional de Música y Declamación encaminada por reconocidos profesionales como la doctora Isis Tejeira, escritora, educadora, amante del idioma y actriz para recibir la enseñanza de grandes como Anita Villalaz y Haydee Dubarry.
‘El derecho de nacer’. Inició un programa radial propio: “Solo para mujeres”, con un público femenino en que se desarrollaban tantos temas que debió evolucionar para convertirse en “Música y palabras” al que sumó una gran audiencia masculina.
Fue admirada por su actuación en importantes obras de dramaturgos de la talla de Tennesse Williams, Alejandro Casona, Thornton Wilder y Luigi Pirandello.
Su radionovela: El derecho de nacer, sus estelares: ‘Verano y humo’, “La dama del mar”, “Prohibido suicidarse en primavera” y “Nuestro pueblo”, llevadas a escena en el anfiteatro de la Universidad de Panamá. Cualidades que trascendieron fronteras.
Sin efectos especiales. “Hacer teatro es un acto de fe, -dijo. Es un arte que junto con la alegría del éxito, de los aplausos entusiastas de un público de pie, de una crítica generosa, nos deja el triste sabor de que todo el esfuerzo que se hace queda en nada una vez se ha terminado la temporada”, agregó entonces.
Y con nostalgia admitió, que “con el paso del tiempo ya nadie lo recuerda. Si no queda en el papel, en la televisión, en una película, fenece”.
No fue así. Ovacionada por un público siempre fiel, brilló en una época en que actuación exigía una veracidad indiscutible.
Su enseñanza. “En el teatro entran en juego los nervios, tu instrumento es el cuerpo y la voz y las entrañas porque para hacer teatro hay que tener sentido de lo que es el sacrificio y la entrega”, enseñó.
Así sustrajo el talento de muchos jóvenes que recibieron sus cursos de actuación en el Colegio de las Esclavas del Corazón de María, en el Instituto Panamericano, en la Universidad de Panamá y en Ganexa.
Impartió seminarios-taller de lectura interpretativa en la Universidad Santa María la Antigua y por muchos años dictó cursos de dicción y proyección escénica a profesionales de todos los campos.
Su calidad humana, su gracia y talento la hizo Maestra de las Artes Escénicas, la sonoridad en los múltiples matices de su voz sigue siendo un talento insuperable.
El Teatro. Gladys Vidal nació en 1931 y partió en 2006 dejando un legado de amistad, de amor, pasión y arte, como actriz, docente, profesional, guía, amiga, madre y esposa de Alberto Arbesú, su compañero en ese mágico y grandioso teatro de sus vidas.
La idea de convertir un antiguo cine en este acogedor teatro municipal nació en el 2010, un espacio que fue modernizado en el 2018 para maximizar el deleite de su capacidad para 165 espectadores y la concurrencia a unas 200 presentaciones anuales.
El Teatro Gladys Vidal del Hatillo, sede de la Alcaldía de Panamá, es un espacio democrático donde se realizan múltiples convocatorias educativas, culturales y sociales, justo como ella lo soñó.
Miguel Fernández, conocido como ‘La voz de Panamá’, la recuerda por ayudarlo a vencer sus inseguridades cuando empezó a trabajar en radionovelas siendo un adolescente.
Locutor, cantante y actor, Miguel reconoce lo mucho que significó Gladys en todo sentido de la palabra, por ser una docente que tocó vidas.
“Fue mi amiga, mi confidente. Siempre tenía una voz de aliento para hacer que uno avanzara. Fue maravillosa; una diva, gran actriz y una maestra del arte de vivir”.
Recordó la Gladys se unió al teatro cuando se trabajaba con las uñas, por amor al arte, animados por la energía y entusiasmo propios actores y actrices de esa época que se hacían cargo de la utilería, del montaje del escenario y de la tramoya.
De los que se traían de casa lo necesario, una silla, una mesa, un florero…
Y por si fuera poco, hacían su publicidad para llenar la sala con la familia y los amigos.
Para Carmen Córdoba, magíster, decana de la Facultad de Humanidades, Gladys Vidal “hizo brillar con maestría el dominio del arte escénico en la comedia, la tragedia y la radio”.
Otro grande de la televisión nacional, Víctor Martínez Blanco, afirmó que Gladys impactó en la escena teatral por su profesionalismo, su experiencia como una gran máster en la actuación capaz de hacerte reír, llorar y vibrar en cada presentación.
Referencias
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