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CIUDAD DE PANAMÁ. 14 de diciembre 2020.  Cumpliendo con todas las medidas de bioseguridad y con el protocolo aprobado por las autoridades sanitarias del país, la directora de Servicios a la Comunidad de la Alcaldía de Panamá, Kathia Duarte, informó que “diariamente se realizan en promedio entre 10 a 15 sepelios. De estos servicios funerarios, 699 han sido por decesos a causa de la COVID 19.

Hasta el mes de noviembre de este año se han realizado 2,051 sepelios, atendiéndose mensualmente un aproximado de 250 solicitudes para la realización de funerales en los ocho cementerios municipales, a pesar de las limitaciones de espacios desde hace más de 15 años.

Duarte señaló que “para este año, luego de rehabilitar y mejorar los cementerios Amador, Concepción, Pueblo Nuevo, Utivé y Juan Díaz, estaríamos iniciando la ampliación del Cementerio de Utivé y buscando terrenos para construir un nuevo parque fúnebre, que nos permita ampliar, la ya agotada capacidad de los existentes. Todos estos planes se han visto afectados por la pandemia que todos estamos confrontando.”

Quienes solicitan los servicios funerarios municipales, deben presentar el acta del parte clínico de la defunción, copia del recibo de pago de la funeraria contratada, lugar donde se realizará el oficio religioso, paz y salvo municipal, permiso para entierro y declaración de la defunción certificado por la Dirección de Registro Civil del Tribunal Electoral.

Así mismo, la funeraria contratada por los deudos deberá especificar las medidas y tipo de féretro y confirmar el lugar, día y hora del servicio religioso. La funcionaria advirtió a la ciudadanía que, “bajo ninguna circunstancia, las funerarias pueden abrogarse la facultad de asignar o confirmar la adjudicación de una fosa en cementerio municipal alguno.

Esto solamente se determina una vez los deudos firman el contrato de arrendamiento con el municipio y luego de verificar en los registros, aquellos espacios que tienen plazo vencido para el cumplimiento de pago de las obligaciones contraídas mediante ese contrato.”

Los espacios para realizar la sepultura en fosas, tienen un costo de B/ 55.00 (cincuenta y cinco balboas) por los primeros tres (3) años, luego de lo cual, los familiares deben pagar una anualidad de diez balboas. Si los dolientes optan por un funeral en bóveda, deberán pagar, a la firma del contrato, B/ 150.00 (ciento cincuenta balboas) por los primeros 4 años y una anualidad de treinta balboas.

Los sepelios de infantes en tierra tienen un costo por el espacio, de B/ 49.00 (cuarenta y nueve balboas) y en bóvedas, B/ 70.00 (setenta balboas) por igual tiempo y el pago correspondiente por la anualidad.

Entretanto, quienes eligen la cremación de sus familiares, pueden adquirir una cripta por B/ 210.00 (doscientos diez balboas), en donde pagando B/ 35.00 (treinta y cinco balboas) por cada cajita adicional, pueden colocar hasta 4 en el mismo espacio, sin pagos de anualidad.

Igualmente, aclaró Duarte, “cuando se vence el contrato de los 3 o 4 primeros años, de acuerdo al tipo de sepultura elegida por los deudos, estos tienen 30 días para realizar la renovación por el término de 2 años, luego de lo cual, los restos pueden ser trasladados por los familiares a los osarios destinados para guardar los restos, liberando el espacio para poder realizar otro funeral.”

De conformidad con el Acuerdo Municipal No. 52 de 17 de junio de 1992, las obligaciones del contribuyente sobre el arrendamiento de tumbas, deben ser pagados de manera anticipada al oficio fúnebre o a la renovación del contrato.

“Vencido el plazo, sin que haya renovado el arrendamiento de la tumba, la administración de cada cementerio procederá a la exhumación por la morosidad y los restos serán colocados en un lugar escogido para tal efecto, por el término de 3 meses. Transcurrido este periodo sin que se hayan reclamado los restos, serán trasladados a una fosa común.”

La Alcaldía de Panamá ha exonerado hasta el momento, previa evaluación socioeconómica, 60 funerales y dispuso 75 servicios de incineración para familiares de personas fallecidas por COVID 19, probadamente en estado de pobreza, que no les permitiera pagar el costo para darles una despedida honrosa a sus difuntos.