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La Alcaldía de Panamá, a través de la Dirección de Gestión Social y el Departamento de Trabajo Social, ejecuta el Programa Los Habitantes de calle, compuesto de tres ejes fundamentales:
1 Desintoxicación e Inicio de proceso de rehabilitación
2 Capacitación
3 Reinserción en todos los ámbitos.

Actualmente se realiza la actividad integral denominada Date una Oportunidad, con operativos que tienen como objetivo, tener un acercamiento con esta población, entendiendo que el habitar en las calles, ya sea por consumo de drogas (en Panamá, el porcentaje es de un 90%), patologías mentales o por migración, representa una historia de dolor.

Conocer cuáles fueron los factores que incidieron en dicha decisión, solo lo sabremos y posiblemente entenderemos, si hacemos un espacio en nuestra agitada y egoísta rutina diaria, que no nos permite ver más allá de una ropa sucia, de un mal olor y hasta de una posible agresión física; la misma va acompañada de cierto grado de desprecio.

Es importante que el Estado, la Sociedad, la Familia y Empresa Privada, conozcan más acerca de los factores que inciden en la condición de habitante de calle, dándole un abordaje más asertivo, y así obtener los mejores resultados.

Según los estudios científicos, el daño devastador, neurológico, que produce el consumo de sustancias psicoactivas, que en algunos casos es irreversible y en otra toma un largo proceso de recuperación a través de diferentes terapias, entre ellas la Cognitiva Conductual, (reeducación) con los desafíos emocionales, que tienen sumergido a estos individuos en esta condición infrahumana.

Comprendiendo esta verdad, que esta población ha perdido la capacidad de tomar decisiones adecuadas, el objetivo principal del Programa, Los Habitantes de calle, que ejecuta el Municipio de Panamá, a través de un trato humanista, por medio del cual elevamos su dignidad humana. Se le brinda una atención primaria que conlleva orientación por Trabajadores Sociales, corte de cabello, baños, ropa limpia, atención médica, curaciones, medicamentos, refrigerio, y la oportunidad de ingresar voluntariamente a los Centros de Rehabilitación, que están trabajando por esta población en condición de vulnerabilidad social, en coordinación con la Institución dándole el seguimiento.

Es importante recordar que estos hombres y mujeres, fueron personas productivas para la sociedad, el país y sus familias, que hoy están en una condición de desamparo que, solo brindándoles una mano amiga y empática, creando Políticas Públicas, por parte del Estado, dirigidas a promover la prevención y rehabilitación, para que no sucumban nuestras futuras generaciones y rescatar a las que se encuentran sumergidas en una Pandemia Social.

“No olvidemos que ningún termómetro mide el amor a Dios, como el amar al prójimo, no hables cuantas amas a Dios, vívelo amando a tu prójimo”. Pastor José Olivares

Autor: Dalis Gissela Luna de Herrera