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La Alcaldía de Panamá resaltó el “Día Internacional de la Lengua Materna”

Ciudad de Panamá. 20 de febrero de 2020. El alcalde capitalino José Luis Fábrega junto a Gabriel González, viceministro de Cultura, inauguraron el foro “Día Internacional de la Lengua Materna” que se lleva a cabo en el teatro Gladys Vidal, apoyado por la Dirección de las Etnias de la Alcaldía de Panamá y la Academia Panameña de la Lengua.     El jefe de la comuna capitalina dio las palabras de inauguración de este evento, resaltando la importancia de este foro “Día Internacional de la Lengua Materna” para promover la multiculturalidad, la diversidad étnica y enriquecer la esencia de ser panameño. “Agradecemos a la Academia Panameña de la Lengua que, junto a la Dirección de las Etnias de la Alcaldía de Panamá y otras entidades, han convenido en realizar esta jornada en celebración del Día Internacional de la Lengua Materna” enfatizó el Alcalde. Resaltó la riqueza histórica de los grupos étnicos en Panamá y la importancia que tiene para la existencia sostenible, la diversidad cultural y lingüística, mediante la transmisión y preservación de conocimientos.   Agregó que para la Alcaldía de Panamá es un placer ser coauspiciadores de este foro, donde se delibera sobre la preservación de las lenguas maternas de cada grupo étnico. En tanto, el viceministro de Cultura, Gabriel González agradeció al alcalde Fábrega el espacio para hacer realidad este foro que tiene como lema “Lenguas sin fronteras” y el cual busca promover la diversidad lingüística y cultural como factor de paz y convivencia, sin diferencias ni presiones de una lengua sobre otra. En este evento se dieron cita personalidades como el expresidente de la República, Arístides Royo actual director de la Academia Panameña de la Lengua; la diputada de la comarca Guna Yala, Petita Ayarza; el viceministro de Asuntos Indígenas, Ausencio Palacios y el embajador de Perú en Panamá, Jorge Raffo y Brice Roquefeuil embajador de Francia en Panamá. El Día Internacional de la Lengua Materna se celebra el 21 de febrero, proclamado por la Conferencia General de la UNESCO en noviembre de 1999. Esta celebración fue iniciativa de Bangladesh, para recordar a los jóvenes asesinados por la policía y el ejército pakistaní, en 1952, cuando se manifestaban por el derecho a emplear la lengua bengalí, en Dhaka.