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El problema de los llamados “biencuidao”, se ha convertido en un asunto distinto al que era hace un par de décadas. “Ahora estamos frente a un delito de extorsión y usurpación de espacios públicos”, explicó el ingeniero Luis Huerta, director encargado de Vigilancia Municipal.

“Estamos frente a personas organizadas para desarrollar una actividad ilícita que les genera ingresos”, amplió el funcionario, Asegura que en la sociedad en su conjunto esta visión debe ser clara. “no se trata de una persona que por condiciones de salud, adicción u otra realidad intenta obtener limosnas, son mafias organizadas para explotar espacios públicos”, dijo Huerta, que participó en una entrevista radial sobre el particular.

Ante esta transformación de la realidad, la solución requiere de la participación de la sociedad en en su conjunto, “la fuerza pública, las autoridades judiciales, las municipales y el ciudadano”, añade Huerta.

“Como ciudadanos nos toca acudir a la fuerza pública y no aceptar la extorsión”, dice el servidor municipal, mientras exhorta a las autoridades a encontrar como sacar esta actividad de la esfera administrativa y convertirla en un delito, al mismo tiempo que se agilicen los trámites para perseguir la actividad y se endurezcan las sanciones.