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Publicado en: noviembre 6, 2023

La recuperación de la villa de los pueblos originarios en Mi Pueblito

Cada una de las chozas que se construyen en Mi Pueblito Indígena lleva consigo una hoja de ruta que REYCO S.A., la empresa constructora que desarrolla la obra, debe cumplir para lograr que las mismas sean una réplica fiel de las viviendas que construyen los habitantes originarios de Panamá.

Estos trabajos que adelanta la Alcaldía de Panamá, a través de la dirección de Servicios a la Comunidad, buscan devolver el resplandor de un sector del centro turístico que hace años fue arrastrado por un deslave que borró desde el sistema de drenaje, los senderos y las viviendas ubicadas en el área indígena, además con este proyecto se mejora las estructuras de Mi Pueblito Interiorano.

La zona comarcal, en la falda del cerro Ancón, abarca a los grupos indígenas de la República de Panamá según su ubicación geográfica. El pueblo Guna se encuentran en sectores cercanos al mar, por lo que mira hacia la costa, mientras que los Emberá y los Wounaan están cerca del río Chorrillo que una vez corrió el vetusto cerro y que inspiró un poema. Mientras que los Ngäbe-Buglé, así como Naso y Bri-Bri, se ubican en una parte alta simulando un área montañosa.

“Las chozas son réplicas de los distintos grupos comarcales con sus diferentes métodos de construcción”, dijo José López, ingeniero de la Dirección de Proyectos Especiales de la Alcaldía de Panamá.

Para lograr esta réplica fue necesario hacer una investigación y entrevistas con miembros de los grupos originarios que han participado en el desarrollo del proyecto, por ejemplo, en el caso Emberá, ellos tallan un tótem en la escalera que da entrada a sus viviendas.

“Se trata de la cara de un indígena que representa su cultura”, expresó Juan Carlos Rodríguez, encargado del personal de la empresa contratista.

“Lo que se planteó fue representar la comarca Emberá y Wounaan, ellos comparten algunas similitudes y el mismo territorio, pero el lenguaje es diferente”, añadió.

Para construir sus viviendas, el pueblo Wounaan utilizan acacias, que es una madera resistente a la humedad, ya que son comunidades cercanas a ríos. Con las tecas construyen parte de la estructura superior de la vivienda, añadió.

Otra característica que observaron en estas comunidades es que ellos construyen estructuras elevadas con un piso que denominan tambo y el mismo puede ser unos 1.20 metros de altura. La intención es evitar peligros como la crecida del río o cualquier otro tipo de contingencia.

Rodríguez indicó que en Mi Pueblito Indígena detalles como la cocina es importante, ya que la misma, en algunos pueblos, van dentro de la vivienda y cuando empiezan a usarla, el humo que genera termina de darle la forma al techo.

Por otro lado, en el caso de los Ngäbe, la construcción de sus tambos es más baja, a unos 50 cm del piso.

En el caso de los Gunas, la Casa del Congreso es una estructura relevante, ya que allí están congregados sus líderes.

Rodríguez destacó que una de las diferencias entre las viviendas Guna y Emberá, por ejemplo, está en que los primeros utilizan la palma de guágara para la elaboración de sus techos y la hoja de esta palma no requiere un tratamiento previo, mientras que los grupos que están en el interior se utiliza la palma real, que tiene otro proceso que puede ser más complejo.

Tanto Rodríguez como López consideran que, desde el punto de vista estructural, la construcción de estas casas no es compleja, pero ponderan el tema artesanal que conlleva.

“Es curioso porque sin tener conocimiento técnico del porqué hacerlo así, la tradición ancestral les ha permitido desarrollar técnicas de construcción. Nosotros en la actualidad usamos otros productos para protegernos de los elementos”, destacó Rodríguez.

“Son métodos de construcción no conocidos, como ingeniero uno está acostumbrado a trabajar con acero y hormigón. En Panamá el uso de madera no es común, pero los métodos que emplean las diferentes etnias del país son ingeniosos y es una manera de aprender que en nuestra cultura hay grandes ingenieros”, expresó López.

Asimismo, López destacó que los grupos originarios emplean todos los recursos que están a su alrededor, cada uno usa distintos materiales y a pesar de ser un país pequeño, tienen diferentes métodos constructivos y costumbres.

Los trabajos que se hacen en el área indígena implican la reparación, limpieza, resane y suministro de todas las cunetas en Mi Pueblito Indígena.

“Aquí hubo un deslave por lo que se hizo un movimiento de tierra importante dándole una pequeña pendiente simulando un talud, con el tiempo eso va a adquirir vegetación que evitará otros deslaves”, aseguró López.