Con un pitazo a las 5:00am anunciando la formación en el Edificio Hatillo que da paso al viaje hasta el Centro de Formación y Capacitación para Vigilantes Municipal (CEFCAVIM), en el Parque Municipal Summit, inicia de lunes a viernes la formación de los nuevos aspirantes.
Al llegar a la academia, se cambian de ropa, son revisados por los instructores para que cumplan con las reglas establecidas: corte de cabello (varones), cabello recogido (damas), suéter blanco limpio, pantalón negro corto, licra, uñas cortas y limpias, zapatillas y medias impecables.
Se escucha una orden para iniciar con una oración, dándole gracias a Dios por el día, por cada aspirante y por lo que realizarán.
Luego, el grupo de 80 jóvenes pasa a ser parte de la izada del pabellón nacional , señal que permite que pasen a los primeros calentamientos del día.
Estos 80 aspirantes municipales, al igual que todos los que ya son agentes, pasan por clases importantes tanto prácticas como teóricas.
Para cada uno de ellos es importante conocer los 26 corregimientos con el que se conforma el Distrito Capital, su ubicación geográfica, y con lo que cuentan.
De la misma manera en lo práctico es importante la defensa personal, como la atención al público, el manejo de armas, entre otros.
Candelario Torres, capitán retirado de la Policía Nacional y encargado del CEFCAVIM, nos cuenta que empezó con la promoción 38 donde ha visto jóvenes deseosos de ser parte del equipo de vigilantes municipales
“Esta vez se preparan 80 jóvenes dentro de la promoción 45, y el equipo de formación está conformado por siete instructores capacitados y una paramédico para cualquier problema de salud que se presente con alguno de los chicos”, expresó el capitán Torres.
También agregó que físicamente los preparan con todos los ejercicios necesarios para poder realizar un buen trabajo cuando estén en la calle.
Por su parte, Luis Ángel Ruíz, aspirante municipal, dijo que para el es un orgullo poder prepararse como vigilante municipal porque es una promesa que le hizo a su abuela pero al mismo tiempo es un anhelo para él poder servir a la comunidad.
“Me siento muy bien, físicamente estoy preparado y eso se lo debo tanto al capitán Torres como a los demás instructores que nos han capacitado en la disciplina y en cada ejercicio”, enfatizó Ruíz.
A las 4:00pm los jóvenes finalizan su día en la academia. Se cambian de ropa y regresan al Edificio Hatillo para retirarse a sus hogares e iniciar nuevamente al día siguiente otra jornada de preparación en el mismo lugar.
Los nuevos aspirantes deben pasar por varios procesos de enseñanza para culminar exitosamente y ser parte del cuerpo de Vigilantes Municipales.