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La bandera de la República de Panamá es el más conocido e importante de los símbolos patrios de nuestra nación.

Dentro de su historia tiene autores y ayudantes que fueron pieza clave para que su confección se llevara a cabo y para que hoy en día Panamá tenga una de las banderas más hermosas del mundo.

Sin embargo, hay personas que participaron en este gran evento del que muy poco se habla y de las cuales hoy le damos a conocer su historia, junto al relato de la confección de nuestra bandera.

Doña Angélica Bergamota de la Ossa, cuñada de María Ossa de Amador, se casó en 1879 con Don Jerónimo de la Ossa Escobar, autor de la música del Himno Nacional de Panamá.

María Ossa de Amador le pidió a su cuñada Doña Angélica que le ayudara a coser la bandera, ya que esta era muy diestra en la costura.

La confección se realizó con el mayor sigilo y secreto posible, ya que tenían temor de que las autoridades colombianas pudieran notar estas actividades.

El lienzo fue hecho con lanilla comprada de tres almacenes diferentes de la ciudad de Panamá: Bazar Francés (lanilla blanca), La Delia (lanilla azul), La Villa de París (lanilla roja).

Como en la casa de Manuel Amador Guerrero se estaban planeando reuniones de la gesta separatista, se decidió no confeccionar la bandera en ese lugar; en cambio se hizo la confección en la casa de Angélica, por sus buenas habilidades en la costura.

Debido a la situación de tensión, en la mañana del 2 de noviembre se deciden trasladar a una casa contigua que estaba desocupada llamada “Casa Tangui”.

La empleada de Doña Angélica, la criada Águeda Rodríguez, le facilitó una máquina de coser a mano, por la ventana de dicha residencia.

En la clandestinidad, manteniendo las puertas y ventanas cerradas y utilizando lámparas de kerosene, cortaron la tela en el piso y procedieron a cocerla. La labor culminó con la confección de las dos primeras banderas de 2.25 X 1.50 metros.

María Angélica de La Ossa, hija adoptiva de Angélica Bergamota de la Ossa, ayudó a su madrastra y su tía política.   Ella nació en 1884. Se le conoció como la “niña Agueda”.

Con los retazos de lanilla que iban sobrando, se dio cuenta que alcanzaban para hacer una bandera pequeña, tal vez de no más de 0.75 metros de alto, y mientras sus familiares hacían las banderas grandes, ella cosió una adicional que conservó y obsequió al que sería su esposo, H.D. Prescott, oficial de Telegrafía de Estados Unidos.

Esta pequeña bandera viajó en el mismo barco que la Comisión que se dirigía a Washington para el tratado del Canal, y fue exhibida en un negocio de Nueva York.  Al morir, su esposo la donó a un museo de esa ciudad.

La Bandera Panamera se presentó al anochecer del 3 de noviembre y al verla el pueblo, la aceptó.

Fue paseada por primera vez el 4 de noviembre de 1903. Su historia junto a la de sus autores llena a cada panameño de orgullo. Hoy podemos celebrar 120 años de Vida Republicana pero también el amor por nuestros Símbolos Patrios.