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Por su gran importancia mundial, la Alcaldía de Panamá hace un llamado a proteger el humedal de la bahía de Panamá, un reservorio natural de especies que hace posible las grandes migraciones de aves.

La Dirección de Gestión Ambiental y la Subdirección de Resiliencia y Cambio Climático, se unen a iniciativas para proteger este recurso ambiental convocando a protegerlo siendo parte de iniciativas como ‘Basura Cero’ y las ‘Limpiezas de Playa’ a través de la alianza de septiembre el mes de los Océanos

Este humedal, Sitio Ramsar de nivel internacional establecido por la UNESCO desde 1975, está identificado como un área estratégica que hace posible la migración de hasta 2 millones de aves playeras que cada año que encuentran ahí refugio para sobrevivir a su travesía.

Apreciar el fenómeno migratorio desde puntos de Panamá Viejo, de Costa del Este y el Corredor Sur permitirá valorar mejor a las presentes generaciones su responsabilidad con su preservación futura.

Avistar el maravillosa del arribo de migraciones de aves como el playero semipalmeado o Calidris pusilla, el playero occidental o Calidris mauri, y Playero Coleador o Actitis macularius, es hoy un privilegio.

Las migraciones no solo son un espectáculo natural, son hechos que nos alertan de la relevancia de cuidar los humedales que se encuentran bajo presión humana debido a la contaminación, la sobrepesca y la expansión urbana.

Este humedal es tan importante para la avifauna migratoria en el hemisferio occidental, como para peces, conchas, cangrejos y camarones que habitan en su extensa red de áreas intermareales, llanuras de barro y manglares.

Esta reserva ecológica provee las condiciones para que prosperen unas siete especies de manglar, dos de ellos en la Lista Roja de UICN: el Mangle salado o Avicennia bicolor, y el Mangle piñuelo Pelliciera rhizophorae.

Los bosques de manglar son esenciales para mitigar las inundaciones, purificar el agua y crear las condiciones que proveen de sustento de muchas otras especies que complementan el ciclo de vida.

Proteger el humedal de la Bahía de Panamá es una prioridad ambiental colectiva, vital no solo para la biodiversidad, sino también para la salud de las comunidades, de Panamá y del planeta mismo.